A de Aufrecht, M de Melcher y G de la ciudad de Grossaspach, detras de estas siglas y del sueño de estos dos hombres esta toda una carrera de éxitos concentrados en AMG. Su historia comienza en la década de los 60 con un pequeño fracaso, ejemplo que hoy día puede servirnos de pequeña lección, y es que dedicándose a la preparación de motores Mercedes dentro de la propia marca, esta decide prescindir del departamento de competición y estos dos hombres, fuera ya de Mercedes deciden seguir haciendo lo que saben hacer, convertir un Mercedes en un coche de carreras. Pronto sus preparaciones empiezan a ganar carreras, pero es en las 24 horas de Spa cuando con un AMG Mercedes 300 SEL 6.8, logran un hito, ganar en su categoría y sobre todo, quedar segundos en la general, por delante de coches mucho mas ligeros y deportivos, con un vehículo pesado y grande pensado para disfrutar del gran lujo que y no para correr. A partir de ahí, su fama fue imparable.