La Hildebrand & Wolfmüller tiene el honor de haber sido la primera moto en producirse en serie, es el Ford T del motociclismo. Fabricada en la ciudad alemana de Munich comenzó su produccion en el año 1894, constaba del mayor motor equipado en una moto hasta la fecha, un bilicilindrico horizontal de 1489 cc el cual dada su elevada cilindrada producía la desmesurada cifra de potencia de 2,5 cv, sin duda eran otros tiempos, y su velocidad máxima es de 45 km/h. Hoy día estas cifras pueden parecer irrisorias pero en 1894 eran cifras impresionantes, mas aun si nos imaginamos dicha velocidad en carreteras polvorientas plagadas de carros a caballo. Otras características curiosas y que no puedo dejar de reseñar en estas pocas lineas es la solución de la llanta trasera, que era utilizada a su vez como volante motor y su guardabarros trasero, que cumplía también la función de deposito de agua de refrigeración. Como casi todo lo que se hace con mas corazón que lógica, su final fue financiero, su producción era mas costosa que sus beneficios y su fabricación debió cesar por quiebra. Esto desde luego no eclipsa su lugar en la historia.
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