Iba a visitar tierra santa, tierra santa para un ferrarista, el lugar donde nacen los sueños de muchos y en el que se crean los sueños con ruedas, Imola. Mas o menos sabia lo que allí me espera, sin duda mucho ambiente Ferrari, desde luego mucha tienda, museo, fabrica y algún que otro cavallino que ver, pero lo que no me esperaba era la sorpresa que me depararía el camino a tan especial lugar.