viernes, 27 de marzo de 2020

Los raros del Dakar

Cuando pensamos en los vehículos participantes en el rally Paris-Dakar nos viene a la cabeza las grandes marcas que gastan ingentes cantidades de dinero para conquistar los primeros puestos, rentabilizando esa inversión en ventas y publicidad, sin duda todos los focos son para ellos.

Pero en el rally no solo participan equipos oficiales, sino que también engrosan la lista de participantes muchos aventureros que no compiten con el cronometro, y que su triunfo es simplemente llegar al final, no siempre con los mejores medios y no siempre con el mejor vehículo.
Como no empezar esta peque relación de pilotos y vehículos con la humilde Derbi FDS de Francesc Bofarull, cumplió el sueño de llegar hasta el final del rally con una moto de serie y su pequeño motor de 49cc



Con el scooter Vespa también se concluyo la aventura, en este caso con el apoyo de la marca, pero sin pretensión de ganar lógicamente. Varias Vespa con motor 200 completaron la carrera, imaginamos  que el diámetro  de las ruedas fue su principal problema, la  fiabilidad su fuerte.

Un lujoso Rolls Royce Corniche surco las  dunas dakarianas, no tuvo una actuación destacada, pero sin duda animo la edicion de    1981. Como dato estéticamente es un Rolls, pero todo lo demás es Toyota, si no hubiera sido complicado...

Otra de nuestras marcas míticas también tuvo presencia en  el  rally,  quizá demasiado tarde y mas como  ejemplo romántico,  fue en la edición  de 2011, la moto, una Frontera del año 1978.


Como no el  eterno Renault 4 participo en la carrera y de que manera. Con un 5º puesto  en la general le puso las  cosas difíciles al  resto de participantes,  y es que cuando el rally era mas una aventura que una carrera, la  fiabilidad y  robustez eran  tan importantes como la  potencia o la  velocidad.

Otra de nuestras marcar en intentarlo fue Ossa, su piloto Juan Porcar, un experimentado  navegante que años mas  tarde lo intentaría  con  BMW y  con los Patrol de Nissan. La carrera de Juan con la Ossa tuvo sus altibajos, hasta  que finalmente por  una  intoxicación tuvo que  abandonar.


Junto con el R4 el Citroen 2CV es el rey de los caminos rurales, largas suspensiones,  simplicidad mecánica y fiabilidad. En este caso no es  un modelo normal, sino un equipado con  2 motores, como los 2CV Sahara que se fabricaron para terrenos dificiles, 2 motores, uno delante y otro trasero con lo  que se conseguía un vehículo de tracción total, un punto a favor en el desierto.


Quedan muchos  mas  modelos, coches, motos y camiones que con poco presupuesto pero con mucha ilusión intentaron, algunos con mas éxito, llegar hasta el lago Rosa de Dakar.

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